¿Por qué dormimos menos a medida que crecemos? Guía para no estar despierto toda la noche
A medida que envejecemos, los patrones de sueño tienden a cambiar, lo que puede dificultar un descanso reparador.
Es común que las personas mayores duerman menos horas, se despierten con más frecuencia durante la noche y experimenten una disminución en el sueño profundo.
Esto se debe, en gran parte, al envejecimiento natural del cerebro, especialmente en el hipotálamo, la región que regula el ritmo circadiano y el sueño.
Con la edad, el ritmo circadiano puede adelantarse, lo que hace que las personas mayores tiendan a acostarse y despertarse más temprano.
Este ajuste en el reloj biológico puede interferir con la cantidad y la calidad del sueño, provocando un ciclo de insomnio y fatiga.
Estrategias para mejorar el sueño
Para contrarrestar estos efectos, los especialistas recomiendan seguir algunas pautas que pueden mejorar la calidad del sueño:
- Evitar el alcohol y la cafeína: Consumir alcohol antes de acostarse o cafeína después de las 14:00 puede interferir con la capacidad de conciliar el sueño.
- Controlar la alimentación: Evitar comidas pesadas antes de dormir ayuda a evitar molestias digestivas que pueden interrumpir el descanso.
- Ejercicio regular: La actividad física regular favorece un sueño más profundo, siempre que se realice unas horas antes de acostarse.
- Mantener una rutina de sueño: Ir a la cama y levantarse a la misma hora cada día ayuda a regular el reloj biológico.
- Optimizar el entorno: Asegurarse de que la habitación esté oscura y leer un libro en lugar de ver televisión antes de dormir son hábitos que favorecen un descanso profundo.