El origen del Día del Trabajador: Una mirada a la lucha y sacrificio de los obreros
Conmemorado globalmente, el 1° de mayo marca una historia de resistencia y protesta obrera, arraigada en los eventos trágicos de 1886 en Chicago.
La revuelta de Haymarket El reclamo, que se extendió hasta el 3 de mayo, era: “Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa”.
El 1° de mayo, conocido como el Día del Trabajador, tiene sus raíces en los eventos de 1886 en Chicago, Estados Unidos. En ese momento, decenas de miles de trabajadores se unieron en una huelga histórica en busca de mejores condiciones laborales, desafiando las largas jornadas de trabajo impuestas por los empleadores y el incumplimiento de la ley que establecía una jornada de 8 horas.
La protesta desencadenó enfrentamientos violentos con la policía, resultando en muertes y arrestos de líderes obreros. El juicio subsecuente y las condenas a muerte de ocho activistas anarquistas y socialistas añadieron un significado aún más profundo a esta fecha emblemática.
En 1889, la Segunda Internacional decidió instituir el 1° de mayo como jornada de lucha para perpetuar la memoria de los trabajadores que murieron luchando por una jornada de ocho horas.
¿Y en Argentina?
El 1° de mayo de 1886 marca un hito crucial en la historia de la lucha obrera en Chicago, y su legado resonó en Argentina con fuerza.
En Argentina, la primera conmemoración tuvo lugar el 1º de mayo de 1890, marcando el comienzo de una tradición de lucha y reivindicación en el país.
La celebración se inició en la sede del Prado Español, ubicado en la zona de la Recoleta de Buenos Aires. Esta primera reunión congregó a 2.000 personas, una concurrencia considerable para la época. Sin embargo, la lucha por los derechos laborales no estuvo exenta de dificultades y represión.
En los años siguientes, las conmemoraciones del 1° de mayo enfrentaron diversos desafíos y episodios de violencia. La policía atacó brutalmente un mitin anarquista en la plaza Lorea en 1909, provocando catorce muertos y ochenta heridos. Esta represión desencadenó una huelga general y una serie de enfrentamientos que paralizaron la vida industrial y comercial de Buenos Aires.
Bajo el gobierno peronista a partir de 1947, la celebración adquirió un nuevo significado, con programas de festejos que incluían discursos de líderes sindicales y figuras políticas, números artísticos y la elección de la Reina del Trabajo.
La historia del 1° de mayo en Argentina es una historia de resistencia, lucha y persistencia por parte de los trabajadores en busca de condiciones laborales dignas y justas. Aunque ha enfrentado obstáculos y cambios a lo largo del tiempo, su significado como jornada de reivindicación proletaria y homenaje a los mártires del trabajo perdura hasta hoy, marcando más de siete décadas de historia argentina.
Foto: Conmemoración del día del trabajador en Argentina. (Archivo)
