Por qué el 2 de junio se celebra el Día del Bombero Voluntario en Argentina
Hoy se reconoce la entrega de miles de personas que, sin cobrar un sueldo, enfrentan emergencias en cada rincón del país. Una historia de coraje que comenzó hace más de un siglo.
Caminar entre llamas, actuar en un rescate o acudir al llamado de una emergencia no es la excepción: es la vocación. Cada 2 de junio, Argentina celebra el Día del Bombero Voluntario, una fecha que pone en valor a miles de personas que entregan su tiempo, su energía y hasta su seguridad para proteger a otros.
El origen de esta efeméride se remonta a 1884, cuando en el barrio de La Boca un grupo de vecinos liderado por Tomás Liberti formó la primera Sociedad de Bomberos Voluntarios del país. Desde entonces, el lema “Querer es poder” sigue marcando el espíritu solidario de esta fuerza.
En Córdoba, la historia comenzó en 1937, cuando surgieron los primeros cuarteles en respuesta a los incendios provocados por la urbanización creciente. Hoy, la provincia cuenta con más de 5.000 bomberos voluntarios distribuidos en 190 cuarteles, nucleados en la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba y la Agrupación Serrana. Ante siniestros de gran magnitud, trabajan en conjunto con el Plan Provincial del Manejo del Fuego, que articula esfuerzos con el Ministerio de Seguridad para garantizar una respuesta rápida, segura y eficiente.
Pero detrás del uniforme hay historias que conmueven. En Villa del Dique, en el departamento Calamuchita, el Cuartel N° 69 reúne a hombres y mujeres de todas las edades y trayectorias. Eduardo Villafañe, de 59 años, lo resume así: “Sabemos lo que puede pasar, pero también lo que tenemos que hacer. Ser bombero es toda una vida dedicada al prójimo, nace de una pasión que tenemos en el corazón”.
Constanza Olivares, con solo 18 años, coincide: “Es una chispa difícil de explicar. Está dentro nuestro, y elegimos no esconderla”. Yamil Acuña, uno de los más jóvenes del cuerpo, agrega una dosis de realidad: “Cada vez que salimos, sabemos que no hay certezas. Lo único que sabemos es que salimos, pero no si volvemos. Aun así, mi familia me acompaña siempre”.
El compromiso no termina en la acción: también se fortalece con capacitación constante. Los bomberos cordobeses participan de entrenamientos a lo largo del año, desde rescates en altura hasta maniobras con aeronaves, organizados por la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático y Protección Civil. “Capacitarse es fundamental. Aprendemos del conocimiento de otros, mejoramos nuestro servicio y estamos más preparados para ayudar”, explica Brenda Romero, una de las bomberas del cuartel.
El 2 de junio se celebra con actos, sirenas y homenajes. Pero sobre todo, se celebra con respeto. Porque hay personas que eligen estar donde otros se alejan. Y lo hacen por el bien de todos.
